domingo, 8 de marzo de 2015
MUJER
Hoy ocho de marzo, el mundo,
conmemora y con toda la razón el día internacional de la mujer. Nada más
cierto y lindo, que exaltar a la más alta dignidad a un ser o a un género que
lo merece todo, como madre, hermana, hija, esposa, novia amiga o compañera o
simplemente como persona que anda en la calle caminando y mirando cosas. Esa figura con ese sentimiento maternal por
naturaleza lo merece todo más cuando conocemos lo que han hecho por el mundo,
por la sociedad por la familia por nosotros. Ellas son parte del universo, son
las verdaderas gestoras y defensoras de nuestra especie, de hecho ella son las
que nos reproducen, nos dan vida de su vida, nos proporcionan sus energías, nos
educan, nos dan todo.
No sé en qué momento las cosas han cambiado, son muchas las mujeres que son
maltratadas por sus compañeros y esposos, de hecho la prensa a diario registra
estadísticas escalofriantes sobre mujeres asesinadas, ultrajadas, engañadas,
irrespetadas, no sé en qué momentos nos volvimos tan enfermos que ya no las
respetamos, de ninguna clase o condición, de edad o posición social o familiar.
No sé si nos sentimos incapaces e ignorantes de aceptar que el mundo ha
cambiado y que la mujer en su lucha constante, ha alcanzado niveles
extraordinarios en los diferentes estamentos del estado y sociales, hoy por
hoy, han llegado a ser presidentas, ministras, grandes dirigentes y
profesionales, los entes educativos y las aulas escolares y universitarias
están llenas e incluso nos superan en números de asistencia. Si señores
aceptémoslo, son más capaces e inteligente que muchos de nosotros, pero lo
mejor de todo es que no han perdido su condición de género, femeninas,
reproductoras, valientes, inteligentes que se ponen al frente de su familia de
sus hijos, mientras nosotros nos perdemos, huimos, cuando de ser responsable
nos toca, con esa carga trabajan, alimentan a sus hijos, ríen, lloran, gozan,
bailan, son poetisas, magas. No se le arrugan a nada, buenas trabajadoras, nos
alimentan y nos arrullan, mientras nosotros con una pequeña gripa, nos
acobardamos, ellas con una enfermedad terminal se enfrentan a la vida y a la
muerte.
Que bello saber que en nuestra naturaleza existe semejante ser.
A veces me pregunto, cuéntame dios de que material verdaderamente creaste ese ser
tan maravilloso. Cuéntenme, que hay que hacer para llegar a tener tan siquiera
un poquito de su inteligencia y verraquera de esa mujer que vemos al nacer y
que siempre está cuando nos llega la muerte.
UNA FELIZ DIA PARA TODAS LA MUJERES PARA ESE SER MARAVILLOSO Y VERRACA.
domingo, 18 de enero de 2015
2015
Siempre que llega un nuevo año,
viene con grandes expectativas; se llena uno de energías positivas y se
plantean propósitos para comenzar bien ese año que comienza y que lo cubre a
uno de buenas intenciones y de planes a seguir. Atrás queda una serie de
compromisos que no se cumplieron de sueños latentes y de enmiendas poco
realizables.
Lo cierto es que ese año que
apenas comienza, también es el comienzo de luchar por aquellos sueños que no se
alcanzaron pero no significa que no se puedan lograr tal vez, sencillamente,
hay que ponerle un poco más de tesón, de coraje y energía y se lograrán, más
los nuevos que surjan, claro está.
Una de las enseñanzas que me ha
dado la vida y lo he tomado como un modo de conducir mis actividades y mis
relaciones sociales es revisar y sopesarlas lo bueno dejarlo, lo regular tratar
de mejorarlo pero lo malo sì desecharlo por completo, no seguir ese nuevo año
con ese peso o fardo incomodo que no nos permite ver la luz del día.
Eso nos permite comenzar ese año
ligero de cargas pesadas que lo único que hace es sentirnos pesados y ver ese año nuevo como raro y con
pesimismo.
No nos de miedo ni temor, dejar
toda esa basura atrás, todo aquellos que no nos sirvió e hizo daño, adiós. Y
con optimismo objetivo afrontar los retos que, indudablemente, trae ese nuevo
calendario.
Los Astrólogos tienen cierta
razón cuando nos hablan como se comportan los astros al comenzar el año y que
influencia tienen sobre nosotros, cualquiera que sea nuestro interés y
pensamiento sobre ello, por algo desde el comienzo de la humanidad nuestros
antepasados miraban al cielo y le pedían mucha abundancia y prosperidad. Porque no hacerlo
nosotros, también.
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