domingo, 18 de enero de 2015


2015

Siempre que llega un nuevo año, viene con grandes expectativas; se llena uno de energías positivas y se plantean propósitos para comenzar bien ese año que comienza y que lo cubre a uno de buenas intenciones y de planes a seguir. Atrás queda una serie de compromisos que no se cumplieron de sueños latentes y de enmiendas poco realizables.

Lo cierto es que ese año que apenas comienza, también es el comienzo de luchar por aquellos sueños que no se alcanzaron pero no significa que no se puedan lograr tal vez, sencillamente, hay que ponerle un poco más de tesón, de coraje y energía y se lograrán, más los nuevos que surjan, claro está.

Algunos no nos podemos quejar del año anterior, fue maravilloso, en lo que a mí respecta estuvo extraordinario, me trajo muchas sorpresas agradables, me lleno de mucha energía positiva, me dejo muchas enseñanzas;  me reencontré con personas y familiares que me llenaron de felicidad; lo mejor que todo aquello  fue que lo negativo se superó, porque de todas maneras lo negativo existe, no permití que influenciaran y  nublaran los momentos maravillosos; todo quedo atrás.

Una de las enseñanzas que me ha dado la vida y lo he tomado como un modo de conducir mis actividades y mis relaciones sociales es revisar y sopesarlas lo bueno dejarlo, lo regular tratar de mejorarlo pero lo malo sì desecharlo por completo, no seguir ese nuevo año con ese peso o fardo incomodo que no nos permite ver la luz del día.

Si. Hay que aprender a cerrar los círculos, de esto hablare en otra oportunidad. Ese cierre es necesario porque nos permite plantearnos nuevos caminos, nuevos retos y porque se logren los nuevos  sueños e ilusiones.

Eso nos permite comenzar ese año ligero de cargas pesadas que lo único que hace es sentirnos  pesados y ver ese año nuevo como raro y con pesimismo.

No nos de miedo ni temor, dejar toda esa basura atrás, todo aquellos que no nos sirvió e hizo daño, adiós. Y con optimismo objetivo afrontar los retos que, indudablemente, trae ese nuevo calendario.


Los Astrólogos tienen cierta razón cuando nos hablan como se comportan los astros al comenzar el año y que influencia tienen sobre nosotros, cualquiera que sea nuestro interés y pensamiento sobre ello, por algo desde el comienzo de la humanidad nuestros antepasados miraban al cielo y le pedían mucha abundancia y prosperidad. Porque no hacerlo nosotros, también.

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